Volvía de pasar una de las
mañanas más lindas de los últimos tiempos. Todo estaba tan mal, tan feo y viví
esa mañana: había vuelto mi sonrisa.
Me levanté temprano y no
sabía qué me deparaba el destino. Por suerte (o no) fue una hermosa mañana con
poco calor a pesar de ser diciembre, yo me había puesto una camisa blanca y
jeans, nada del otro mundo. Sabía que debía volver al mediodía porque no podía
dejar de trabajar. Así y todo, sacrifiqué horas de sueño por ese desayuno.
Desayunamos mates y bizcochitos, todo muy del momento; la verdad es que no era
lo planeado. Hablamos mucho y de todo. Escuchamos Rocanroles sin destinos, de
Callejeros: "Poné ese cd que me encanta", y así lo hizo sin pensarlo.
Lo escuchamos dos veces. Era el marco perfecto.
Llegó el momento de irse:
casi las 12, como cenicienta debía huir. También llegaron los nervios, no
entiendo el porqué. Le pregunté si me llevaba, "Yo te llevo" me dijo
y me besó. Me besó después de 5 años de espera, de miles de palabras escritas y
ni una dicha en voz alta. Me besó y me tiró todo el tablero por una ventana,
fue una revolución de sentimientos y pensamientos. No pasó más que eso.
El regreso fue entre risas
y canciones muchas. De ese día ya pasó mucho tiempo, creo que fue en diciembre
de algún año no muy lejano, sin embargo el recuerdo que más me marcó fue esta
canción "Este tema me encanta, no sé. Me identifico" me dijo. Acá mi
recuerdo.
*Bicho de ciudad - Los Piojos
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